HOARD'S DAIRYMAN
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La industria lechera no es justa

por Darleen Sichley


  La vida en el establo lechero es dura, pero no tengo las respuestas. Para ser honestos, ha sido difícil encontrar la inspiración para poner palabras en estas líneas. Siento lo que toda familia de productores de leche está sintiendo ahora mismo, el peso de la situación financiera en la industria.
  Esta semana, escuché anuncios de otros establos lecheros que están optando por salirse del negocio. Aunque son decisiones que rompen el corazón y que, honestamente, me hacen llorar, especialmente cuando tienen que admitir que no quieren dejar de ordeñar vacas.

No es que no entendamos
  La industria lechera nos enseña que la vida no es justa. Nuestra vaca favorita, que inseminamos con el mejor toro, pare una cría muerta, por más que vigilamos el parto. La vaquilla favorita de nuestros hijos, simplemente no queda preñada. Su vaca mejor productora encuentra la forma de lesionarse y no tiene remedio.
  Esas son verdades injustas de la producción de leche que todos hemos aprendido a aceptar. Es simplemente parte de la vida, pero se siente diferente en una forma muy diferente.
  Aceptamos las largas horas de trabajo como otra parte de las tareas cotidianas. Pero el hecho de que hacemos lo mismo por años y terminamos luchando por sobrevivir, y poder pagar las cuentas, que a veces no quedan ni siquiera cerca de ser cubiertas. Eso es inaceptable. Tener que sentarse en la mesa de la cocina y hacerse las preguntas difíciles que nunca nos quisimos hacer está más allá de lo injusto. Tener que colgar las unidades de ordeño por última vez y ver generaciones de trabajo duro terminar súbitamente, rompe el corazón y es inexcusable.
  La vida no es justa. La industria lechera frecuentemente tampoco es justa, pero todo esto se siente injusto en una forma que es inaceptable para todos. Los días en que teníamos simplemente que ordeñar más vacas para sostener a nuestras familias, porque eso es todo lo que sabíamos hacer y queríamos hacer, han quedado en el pasado. Eso se siente injusto, en una forma que me rompe el corazón.
  No tengo las respuestas, pero todos los productores nos tenemos que involucrar en esta conversación para encontrar una solución. De la misma forma que me duele a mí, todos podemos ayudar a resolverla.

La autora es productora de leche de tercera generación, en donde tiene su establo junto con su esposo y padres. Como madre de dos niños pequeños que complementan la operación como “microgerentes”, la familia de Darleen ha trabajado por tres generaciones en el establo establo Abiqua Acres Mann’s Guernsey, que tiene actualmente 90 vacas Guernsey de registro e hicieron la transición a ordeño con robots en el 2017.


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