Boletín Hoard's Dairyman en español


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Los niveles inadvertidos de minerales en la ración provocan un impacto considerable

por Ralph Ward




Estaba leyendo un estudio sobre la diferencia de cationes y aniones en la dieta (DCAD), y me vino a la memoria cuando, hace 40 años, puse el pie, por primera vez, en la arena de la nutrición lechera. Acababa de salir de la universidad y no tenía mucha experiencia. Había estado haciendo algunas prácticas en nutrición en la región centro sur de Pensilvania.

Me encontré de pronto en un establo pequeño, pero con buen manejo, que recibía asesoría de una reconocida compañía de alimentación. Sin embargo, estaban teniendo problemas con fiebre de leche y edemas en la ubre, y se me pidió encargarme del programa de nutrición de vacas secas. Me armé con una computadora, software, y una ingenua sensación de sabiduría. Estaba confiado de que simplemente era cuestión de tiempo, y de encontrar un producto que pudiera resolver los problemas en ese establo.

Estaba por aprender que las dietas formuladas para vacas antes del parto y en producción, reciben un impacto significativo a causa de niveles de minerales que pasan inadvertidos.

Hemos aprendido mucho

Ahora sabemos mucho más acerca de la nutrición en vacas secas y el balanceo de la DCAD, en comparación a hace 40 años. Nos damos cuenta que el balanceo de la DCAD no solamente tiene impacto para preparar el metabolismo de la vaca, de forma que cubra las necesidades en el parto, sino que también la DCAD óptima ayudará a las vacas en producción con la ingestión de materia seca y producción de leche, especialmente cuando se presenta el estrés calórico.

Lo que podría no ser siempre comprendido es la variación que existe en los niveles de DCAD en el forraje. Recordemos que la ecuación de DCAD, más frecuentemente utilizada en el campo es, en miliequivalentes (meq): [(%K dividido entre 0.039) + (%Na dividido entre 0.023)] – [(%Cl dividido entre 0.0355) + (%S dividido entre 0.016)]/100 gramos de materia seca (MS) en la dieta. Un aspecto clave a considerar en esta ecuación es que el nivel de cloro representa un impacto casi equivalente a la contribución de potasio. Reconocemos que el potasio puede ser bastante variable, pero a menudo no estamos conscientes de la influencia del cloro.

En los laboratorios para análisis de forraje, la mayoría de los análisis de minerales se realizan por digestión ácida y, ya sea por absorción atómica (AA) o por espectroscopia de plasma acoplado inductivamente (ICP, por sus siglas en inglés). Generalmente, no se analiza el cloro con este enfoque, sino que debe determinarse con un proceso que requiere un trabajo intensivo adicional. Eso añade costo al análisis, y como resultado, los nutricionistas generalmente no lo solicitan. Para evaluaciones importantes de minerales, la espectroscopia de rayos infrarrojos cercanos (NIRS, por sus siglas en inglés) no es un enfoque válido, para ninguna determinación de minerales.

A continuación, se presenta un cuadro de valores de minerales y DCAD para varios tipos de forraje, determinados en los últimos dos años en los Servicios Analíticos de Cumberland Valley. Un punto clave en los datos es la variación relativa, y el impacto potencial en la DCAD a causa del cloro. La variación del cloro es, en muchos casos, aproximadamente un 50% de la contribución del potasio.



Muchos productores utilizan “heno de alfalfa DCAD” en la dieta para sus vacas secas. El heno de alfalfa a menudo no está considerado como apto para vacas secas, a causa de sus altos niveles de potasio. Sin embargo, no todo el balance de minerales en el heno de alfalfa es el mismo. Hay muchos henos de alfalfa con niveles de potasio por debajo del 1.5%, y sus niveles de DCAD se compensan con niveles altos de cloro. A continuación, la gráfica muestra una distribución de los niveles de DCAD en varias muestras de heno de alfalfa.



Si examinamos una RTM que ha sido evaluada para conocer la DCAD, encontramos que la DCAD se mueve dentro de un rango significativo. Gran parte de la diferencia se debe a niveles suplementarios de minerales. Sin embargo, existen niveles suplementados subyacentes que corresponden a los componentes minerales proporcionados por los forrajes.



Volviendo a la historia del comienzo

Hace cuarenta años, no tuve éxito intentando lograr un resultado positivo para el productor que me había contratado. Fue una de mis experiencias iniciales, y me hizo darme cuenta de lo importante y serio que era mi papel para conseguir la mejor ración. Esa experiencia, al igual que otras, me dejaron frustrado por la falta de información que tenía disponible para entender mejor la calidad del forraje y su impacto en el rendimiento del animal.

Actualmente, los Servicios Analíticos de Cumberland Valley tienen casi 30 años intentando responder al desafío de proporcionar información relevante. Seguramente en su región, también hay muchos laboratorios de calidad, disponibles para la industria lechera, que proporcionan herramientas e información para tomar decisiones productivas de nutrición y manejo. Hagamos uso de los recursos que tenemos disponibles actualmente.

El autor está en los Servicios Analíticos de Cumberland Valley (CVAS)


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