Boletín Hoard's Dairyman en español


Cinco pasos para reducir las cuentas de células somáticas

por Katelyn Allen


  No es un secreto que la calidad de la leche ha mejorado enormemente durante las últimas décadas. De hecho, en Estados Unidos, los reportes del control de producción indican que el promedio nacional de cuentas de células somáticas ha caído de 304,000 células por mililitro (céls/mL) a 191,000 céls/mL en el 2018. Esa es una caída de casi 37% en 23 años.
  Desde luego, hay varios factores a los que hay que darles las gracias por la mejora en calidad de la leche. El mejor confort de las vacas, los protocolos de ordeño y las opciones de tratamiento, han reducido la incidencia de mastitis en los establos lecheros.
  Cuando pensamos en cada uno de estos elementos, todos nos llevan al mismo principio: Entender exactamente qué son las células somáticas y qué es la mastitis nos ha ayudado a saber cómo controlar mejor las infecciones. Las investigaciones en mastitis han seguido avanzando mucho en la última generación y en un seminario en línea del Consejo Nacional de Mastitis, Eric Hillerton delineó cómo nos podemos beneficiar de esos descubrimientos.
  En 1971, pruebas de campo conducidas principalmente en Estados Unidos y el Reino Unido, dieron lugar al desarrollo de un programa de cinco puntos para ayudar a controlar las cuentas de células somáticas en el establo, que incluían:
  1.- Hacer pruebas en la máquina de ordeño.
  2.- Sellar los pezones.
  3.- Terapia de vacas secas.
  4.- Tratar los casos clínicos.
  5.- Desechar los casos crónicos.
  ¿Por qué estos pasos siguen siendo relevantes y cómo han cambiado? De acuerdo con Hillerton, alguna flexibilidad moderna con estas estrategias, ha creado herramientas valiosas para producir leche más sana.
  1.- Pruebas en la máquina de ordeño: Hillerton cree que el equipo de ordeño es el causante número uno de infecciones en los establos y que, con mantenimiento o limpieza irregular, esto puede ser cierto. Es importante asegurarse que las pezoneras sean cambiadas cada 1,000 o 2,000 ordeños. Hay que asegurarse que el vacío y los separadores automáticos no estén dañando las puntas de los pezones. Los ciclos de lavado deben estar funcionando a las temperaturas apropiadas. Con las nuevas tecnologías y sistemas de salas de ordeño emergiendo cada día, los productores deben estar al día, para mantener el equipo de cosecha de leche funcionando armónicamente y con seguridad.
  2.- Sellado de los pezones: Sabemos que la efectividad de los selladores de pezones no puede ser minimizada cuando se limpian los pezones de bacterias y se previenen las infecciones. Desde 1971, los preselladores se han vuelto más populares en conjunto con el poder de sellado de los selladores post-ordeño. Escoger el producto apropiado y enseñar a cubrir los pezones completamente, es vital. Esta es un área que la mayoría de los establos hacen bien.
  3.- Terapia de vacas secas: Este punto es el que ha sufrido más escrutinio, por lo menos en los últimos años, ya que se ha vuelto más selectivo. Las tasas de mastitis en la década de los setenta ameritaban tratar, con un antibiótico al secado, a todas las vacas de todos sus cuartos, porque 60% de las vacas tenían una infección existente cuando se secaban; pero eso ya no es cierto. En el mundo actual, en el que crece la resistencia a antibióticos, usar solamente un sellador de pezones puede ser más sensato. Cada establo debe examinar su situación actual de mastitis para determinar cuál es plan de acción.
  4.- Tratar los casos clínicos: De manera similar, el tratamiento de las vacas clínicas con antibióticos ha cambiado. Todavía queremos curar los casos clínicos si es posible, pero utilizando cultivos de leche, podemos tener una mejor idea de cómo combatir un patógeno específico en cada caso. Nuevamente, limitar el uso de antibióticos al que sea más eficaz puede mejorar las tasas de recuperación de las vacas con mastitis.
  5.- Eliminar los casos crónicos: Retirar a las vacas problema del hato puede ser lo mismo que hace varias décadas. Tal vez podemos ser más estrictos en la actualidad. Hillerton recomienda desechar cualquier vaca que se vuelve a infectar más de tres veces. Estas vacas repetidoras de mastitis, pueden estar contribuyendo a más problemas y, frecuentemente, no pagan el costo del tratamiento.
  La calidad de la leche es algo que debe seguir mejorando, pero estamos en el camino correcto. “Hay mucha gente que está haciendo bien su trabajo”, dijo Hillerton.

La autora es editora de publicaciones de Hoard’s Dairyman.



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