Boletín Hoard's Dairyman en español


Caminando por la cuerda floja de la inflamación

por Abby Bauer




La inflamación a menudo se asocia con síntomas de hinchazón, dolor, enrojecimiento y fiebre. Frecuentemente, la causa de estos signos es una infección o daño tisular.

Durante la Conferencia de Nutrición Tri-State Dairy, Barry Bradford de la Universidad Estatal de Michigan indicó que, además de las causas agudas de inflamación, humanos y animales también pueden experimentar una inflamación crónica menos aparente. Si bien puede no haber signos externos, esta clase de inflamación crea un ligero aumento en los mediadores inflamatorios que podrían tener un impacto significativo en otras señales corporales.

Habló específicamente de la inflamación sistémica que es común en las vacas después del parto. A pesar de que un exceso de inflamación es perjudicial, compartió los resultados de un estudio de la Universidad de Guelph que reveló por qué cierto grado de inflamación al parto es positivo.

Para combatir la elevación leve en temperatura corporal y la reducción en ingestión de alimento, que típicamente se presentan durante el periodo alrededor del parto, se administró Banamine, un fármaco anti inflamatorio, a las 2 y 24 horas después del parto. En el estudio participaron más de 1,300 vacas.

Este tratamiento no disminuyó los problemas a menudo asociados con el parto. Al contrario, las probabilidades de retención placentaria fueron 2.5 veces mayores en las vacas tratadas, y se presentó un incremento del 50% en casos de metritis. Bradford dijo que, en lugar de prevenir estos problemas comunes del periodo posterior al parto, parece ser que, bloquear la inflamación en el mismo día del parto, puede interferir con señales inflamatorias necesarias para parir y expulsar la placenta.

“Sabemos que un potente fármaco anti inflamatorio puede interrumpir el proceso del parto”, dijo Bradford, “esa es una evidencia indirecta de que sí, la inflamación es esencial durante el proceso del nacimiento”. Dijo que la literatura sobre medicina humana muestra evidencias a favor de esto, también.

Compartió que las señales inflamatorias también estimulan las contracciones musculares. De modo que, cierto grado de inflamación es necesario, pero enfatizó que eso no significa que todo está bien.

“La inflamación es necesaria para conducir el proceso del nacimiento, y también creemos que es importante para ayudar en la adaptación metabólica para la lactancia, pero se nos podría ir de las manos”, explicó Bradford. “Sabemos muy claramente, con base en muchos estudios controlados y observacionales, que la inflamación excesiva termina por reducir el apetito, y también causa cambios dramáticos en el metabolismo que no ayudan a la producción de leche”.

La clave está en descubrir el equilibrio entre la inflamación saludable y excesiva.

“Es como caminar en la cuerda floja. No queremos pegarle a la inflamación con un martillo, pero es sabio mantenerla bajo control hasta cierto punto”, concluyó Bradford.

La autora es editora asociada de Hoard’s Dairyman




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