Boletín Hoard's Dairyman en español



El ombligo es parte de los cuidados que requiere la becerra

por Abby Bauer




“El éxito de la becerra comienza en las primeras 24 horas de vida. Todo lo que haga en esas primeras 24 horas tiene un impacto a largo plazo”, dijo Tina Kohlman, agente extensionista de ganado lechero y en producción, de la Universidad de Wisconsin. Una de las áreas en las que se enfocó durante el seminario en línea “Optimizando el manejo para la salud y el bienestar de la becerra” de Badger Dairy Insights, fue el cuidado del ombligo.

“Todos sabemos que hay que sumergir el ombligo al nacimiento, pero ¿por qué es tan importante?”, preguntó Kohlman. Explicó que se debe a la función del ombligo como vía de entrada en el becerro recién nacido. En el útero, esa abertura proporciona una vía de entrada, para que los nutrientes pasen de la madre al feto y para que los desechos pasen del feto a la madre.

Una vez que el becerro nace, y se desprende el cortón umbilical del cuerpo de la madre, se convierte en una abertura hacia el interior del becerro, dando acceso a patógenos y bacterias. Estos patógenos y bacterias pueden viajar a los órganos, pasar a las articulaciones, o entrar al torrente sanguíneo y poner al becerro muy enfermo.

“El becerro tiene un sistema inmune inmaduro y es muy susceptible a las enfermedades, y el ombligo es una abertura grande para que entren las bacterias”, señaló Kohlman. “Por eso es verdaderamente importante ocuparse del cordón umbilical”.

Los becerros con una infección de ombligo tienen un riesgo mayor de morbilidad y mortalidad. La ganancia diaria de peso puede reducirse, debido a que el sistema inmune está ocupando nutrientes que deberían emplearse en el crecimiento. Además, una infección puede convertirse en una hernia umbilical y causar otros problemas en el recién nacido. Una encuesta estimó que entre el 15 y 20% de los becerros de Estados Unidos presentan un cierto grado de infección umbilical.

Para reducir este problema, Kohlman dijo que es conveniente proporcionar un área de parto limpia y seca, con poca humedad y estiércol. “Cuando un becerro llega a nuestro ambiente, queremos que esté limpio, seco, y tan libre de bacterias como sea posible”, sentenció. “Una cama recién puesta es la clave”.

Recomendó sumergir el ombligo en solución desinfectante al nacimiento, y después nuevamente a las 24 horas, especialmente si el establo tiene historial de infecciones de ombligo. El producto ideal es una solución de tintura de yodo al 7%, pero Kohlman reconoce que se ha vuelto difícil acceder a ese producto. Otras opciones incluyen clorhexidina al 4% u otra solución apropiada para el cordón umbilical.(Nota del editor: para más información sobre la prevención y tratamiento de onfaloflebitis, consulte nuestro Manual de Crianza de Becerras, encuentra los datos en este mismo boletín).

Otro paso para mantener la salud del ombligo es la vigilancia frecuente. Kohlman dijo que hay que palpar el cordón de los becerros entre los 3 y 5 días de edad. El remanente del ombligo debe estar suave al tacto. Si está duro, maloliente o tiene descargas, es un signo de infección. Además, recomienda palpar cualquier becerro enfermo de menos de dos semanas de edad, para asegurarse de que una infección umbilical no sea la raíz del problema Kohlman dijo que también es importante conocer cómo se ve un ombligo saludable. Explicó que entre los 3 y 5 días después del nacimiento, el cordón debe haberse secado y tener el diámetro de un lápiz.

No se requiere invertir mucho tiempo o esfuerzo, pero atender el ombligo es crítico para el cuidado del becerro recién nacido.

“Asegurarse de tener una solución desinfectante que cubra bien, con el producto correcto y un ambiente limpio y seco, para reducir el impacto de las enfermedades en un becerro, es clave para proporcionarle un comienzo saludable”, concluyó Kohlman.

La autora es editora asociada de Hoard’s Dairyman.


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