Boletín Hoard's Dairyman en español


Becerras de FIV nacieron con anormalidades

por Simon Peek, D.V.M.




Realizamos tres sesiones de fertilización in vitro (FIV) en uno de nuestros mejores animales, obteniendo 21 embriones hembras viables. De estos embriones, se consiguieron 12 preñeces: ocho becerras vivas, dos más que nacerán en breve, y lamentablemente, perdimos a las otras dos. Una becerra nació muerta y la otra murió poco después del parto, con una hemorragia incontrolable en el área del ombligo.

Después de revisarlas, vimos que los ombligos estaban demasiado grandes y no se veían como los de las becerras normales. En la foto se ve la imagen de uno de ellos. ¿Existen casos documentados sobre problemas relacionados con FIV y defectos congénitos?

C.G. Wisconsin

Aunque los procedimientos de FIV y el número de becerras vivas, ha progresado mucho en los últimos 30 a 40 años, aún puede suceder que no funcionen, y hay algunos problemas recurrentes relacionados con la salud perinatal y la mortalidad en becerras producto de FIV. Lamentamos mucho que haya perdido estos dos animales y esperamos que las dos preñeces lleguen a término de forma exitosa, con becerras sanas y vigorosas.

Entre los problemas de salud reportados en becerras de FIV, incluyendo los que hemos visto en el hospital de la universidad, son aquellos relacionados con vasos umbilicales anormales y grandes. Eso puede ser un problema, tanto en términos de la hemorragia como en el momento del parto, pero también representa un mayor riesgo de infecciones y hernias, por lo que la becerra requerirá cirugía en algún momento de su vida. Los vasos umbilicales agrandados son un problema particular tanto en becerras clonadas como transgénicas, pero también se encuentran en neonatos de FIV convencional.

Algunas veces la hemorragia es externa, visible y obvia. Otras veces puede haber sangrado interno hacia el abdomen, tanto en el parto como después de él. Entonces, la becerra se ve débil, no responde y muere pronto después del parto. El examen post mortem revelará gran cantidad de sangre en el abdomen.

A lo largo de los años, hemos estudiado los perfiles de coagulación y otros componentes de la homeostasis en algunas de las becerras con este problema, y su capacidad de formar un coágulo y detener la hemorragia no parece ser el problema. En muchos casos, se ha requerido el uso de suturas quirúrgicas en el momento del parto para evitar la pérdida excesiva de sangre, en lugar de permitir que el ombligo cicatrice de forma normal.

Algunas becerras de FIV, clonadas y transgénicas con este problema, podrían también tener otras anormalidades, entrando entonces en una categoría más amplia que incluye el llamado “síndrome de Beckwith-Wiedemann” un fenómeno reconocido donde también puede haber lenguas grandes, demasiado peso al nacimiento, anormalidades en el esqueleto y otros órganos. Sin embargo, por las imágenes que usted envió, no parece que estas becerras tengan eso.

También anteriormente, hemos visto situaciones como la suya, donde solamente un grupo de embriones fue afectado, y el resto de las hermanas es completamente normal. Aunque esto parece contradecir cualquier componente genético hereditario (una pregunta que siempre nos hacen), no sabemos hasta qué punto este tipo de anormalidades puedan ser heredadas o son el resultado de una alteración en la expresión de los genes después de la concepción, tanto en fetos producto de FIV como de otras tecnologías de reproducción asistida.

El autor es profesor en la Universidad de Wisconsin.



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