HOARD'S DAIRYMAN
SUSCRÍBETE A LA REVISTA
SUSCRÍBETE AL BOLETÍN

La ceguera en las vaquillas es preocupante

por Keith Poulsen

  Tenemos un hato Holstein en el que las vaquillas se quedan ciegas en las dos primeras semanas después del primer parto. Como no pueden encontrar el comedero, tuvimos que desechar varias el año pasado. ¿Cuál es la causa de la ceguera en nuestro hato?

  P.Y., Wisconsin

  Probablemente lo mejor sea ver detenidamente ambos ojos en los animales afectados con la ayuda de su médico veterinario. Esto le ayudará a llegar determinar qué tipo de pruebas diagnósticas serían las más útiles. Tómese algo de tiempo, porque un examen oftálmico completo puede requerir sedación, bloqueo de nervios con anestesia local y equipo especializado.
  Una de las primeras cosas que tenemos que saber es si los animales están ciegos central o periféricamente. Los animales que están ciegos centralmente están así porque hay una interrupción de la señal visual en el nervio óptico o en el cerebro. Lo más común es que los animales estén ciegos en uno o en los dos ojos debido a que hay daño del ojo, o en partes del ojo, que son responsables de la transmisión o recepción de las partículas luminosas.
  Con el daño de los ojos y la córnea (el área clara que cubre el iris y la pupila), normalmente pensamos en trauma o agentes infecciosos. Esto ocurre usualmente sólo en un ojo, y las bacterias y virus infecciosos pueden ser diagnosticadas tomando muestras con hisopos estériles de algodón para cultivo y para la prueba de PCR.
  La queratoconjuntivitis infecciosa bovina es la enfermedad ocular más frecuente, comúnmente conocida como “enfermedad del ojo rosado”. Esta enfermedad puede ser muy común en verano y en otoño, debido a la población abundante de moscas y a la aglomeración. Actualmente reconocemos varias especies de bacterias responsables del ojo rosado, de modo que podría valer la pena y el dinero invertir en un diagnóstico definitivo si su vacuna y/o tratamiento antibiótico no está previniendo o curando las infecciones nuevas.
  Algunas veces, el daño por trauma de la córnea puede predisponer al ganado a infecciones secundarias, de modo que es prudente recorrer los pastizales y los pasillos del ganado para asegurarse que no haya nada a nivel del ojo de la vaca que pudiera causar lesiones. La maleza con crecimiento excesivo o las puertas rotas son culpables comunes.
  Otras causas de ceguera periférica pueden ser deficiencias nutricionales, específicamente, la falta de vitamina A. Esto es raro en ganado alimentado con una ración balanceada, pero vemos deficiencia de vitamina A en ganado que no está recibiendo nutrición adecuada y no está suplementado.
  Hay dos causas de toxicidad que provocan ceguera central, en las que el cerebro no es capaz de interpretar el mensaje que están enviando los ojos y son la intoxicación por plomo y la polioencefalomalasia (PEM). El plomo es altamente tóxico para las neuronas, entre otras células del cuerpo y puede causar muerte súbita en el ganado si los animales continúan estando expuestos y/o no son tratados. El ganado que lame la pintura con plomo en los galpones antiguos o una batería que contiene plomo, corre el riesgo de presentar intoxicación por plomo. Hace algunos años, tuvimos un caso de un hato intoxicado que pastoreaba en un campo usado previamente para tiro al blanco.
  La PEM se ve en la exposición a azufre, gas de sulfuro de hidrógeno o tiaminasa (un compuesto que desdobla la tiamina o vitamina B1). Los cambios rápidos en las dietas altas en concentrado también están asociados con la PEM en el ganado bovino.
  Las pruebas diagnósticas para estas causas tóxicas que provocan ceguera incluyen una historia de las causas de riesgo relevantes, la evaluación microscópica del cerebro y pruebas en sangre (sólo para el plomo). Otras pruebas importantes para la PEM incluyen los niveles de azufre en el agua de bebida y el monitoreo de los niveles de acumulación de sulfuro de hidrógeno en los galpones o en el área de equipo para manejo estiércol.
  Si un animal va a ser desechado debido a que no puede encontrar el comedero o por producción baja de leche, puede valer la pena remitirlo para practicarle una necropsia. La disección de los ojos y del nervio óptico que conecta el ojo con corteza visual del cerebro toma tiempo y necesita hacerla un experto. Más que una necropsia de campo, el animal debe ser remitido a un laboratorio de diagnóstico veterinario.
  Consulte a su médico veterinario para buscar la diferencia en el cuidado de las vaquillas, que las hace ser el único grupo afectado en el establo. Empiece con una inspección cuidadosa de los ojos para determinar el manejo de los animales ciegos en el hato.

El autor está en la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Wisconsin.

VISITE NUESTRAS SECCIONES